27/5/11

TE/ME HABLO
Sí, a vos te hablo, a vos que te fascina hacerte precisamente lo contrario, llamarte y no hablar.
Esperás unos segundos antes de colgarte, esperás que me/te exaspere y que te digas hola de maneras varias, sin nunca darme/darte la oportunidad siquiera de decirte chau.
Tal vez vos sepas que odio/odias esa palabra, y me/te ahorras ese disgusto.
La opción más obvia me/te hace pensar que probablemente seas tan cobarde que no te animes a hablarte... tal vez no tengas nada para decirme/decirte o tal vez sea yo la que no tiene motivos para escucharte/escucharme.
Me doy cuenta que te llamás día tras días, espero a que me irrites y espero/esperas a que me/te cuelgues y simplemente dejo/dejás que esta enfermiza rutina de descomunicación tome un lugar pasivo en mi/tu vida. Puede que me/te acostumbre y que de hecho ya me/te hayas acostumbrado a que vos sigas ahí llamándome/llamándote y es que puede que tal vez sobre-existan motivos para que te/me escuche, y que tus llamados estén llenos de qué decirme, pero simplemente yo no puedo escucharlos.

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