17/5/11

también noctambula

En los últimos cuatro días dormí en lapsos de ( y en este orden) 3 horas, 20 minutos, 2 horas, 5 horas, 12 horas, 2 horas y media.
Son las 7:33 de la mañana, en teoría mi despertador recién debería sonar en 27 minutos lo cual no va a pasar, me desperté a las 4:43 después de haber dormido menos de 3 horas ...
Si bien noctambula fue un adjetivo que me describió a la perfección desde los primeros días de mis no días, dormir nunca había sido un inconveniente en mi vida.
Es verdad que la noche me sienta bien y encuentro la calma con la llegada del sol, cuando simplemente dejo que el cansancio que invade mi cuerpo haga que me desplome en la cama sin necesidad de tener que pasar por ese momento de reflexión en el que me encuentro en soledad conmigo misma, donde los pensamientos florecen de la mano de dudas e interrogantes sobre tal vez absolutamente todo, o aún peor, sobre mi y lo que rodea a mi yo corporal, emocional y racional.
Esa paz que se necesita para poder dormir desapareció hace tiempo ya, pero su ausencia hace semanas que se encarga de hacérmelo notar cada vez más y más.
Puede que sea este el fruto de haberme despedido de aquél infierno lleno de auto-hipocresía, del deseo de esconder un por venir que se mostraba y solamente anhelaba no ver por miedo al infierno que hoy estoy viendo y el único lugar que encuentra en mi para manifestarse es en los sueño/y no sueños.

3 comentarios: