14/11/11

Cuesta abajo. Rumbo, desarrollo.

Ya nos asignaban un numero al nacer involuntaria y obligatoriamente. Ya nos imponían cargar con un cuadernito que nos acredite quién no somos para poder seguir circulando con tranquilidad.
Ahora el sistema es cada vez más eficaz y nos da mayores comodidades. No solo contamos con tarjetas que suplen las monedas para viajar con lo que llevan un riguroso control sobre todo lo que nuestro libre traslado implica; si no que tenemos carnets dotados con códigos de barras (no conforme con bautizarnos números) ideales para el bolso de la dama y el bolsillo del caballero.

Próximo paso: impregnación cual marcas en la piel.

¡Felicidades! entonces habrá usted llegado al nivel vaca.

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